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¿LOS ORTEGA – MURILLO, LOS NUEVOS SOMOZA?

Daniel Ortega nació en 1945. En noviembre próximo, cuando cumpla 71 años, serán las elecciones generales en su país. Y gracias a trampas legales que ha podido hacer en los últimos meses tiene todas las posibilidades de convertirse, por tercera vez consecutiva, en el presidente de Nicaragua y crear el clan Ortega – Murillo. El partido de la oposición no logró presentar su candidato porque el organismo electoral lo impidió.

Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo con el ex canciller de Ecuador Ricardo Patiño.
Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo con el ex canciller de Ecuador Ricardo Patiño. Fotografía: Magnus Manske

Toda la cancha es para Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, que de paso es su binomio presidencial. Daniel, perteneciente a una familia de clase media, afectada, como la mayoría, por la crisis financiera y política producto de la dictadura de la familia Somoza, se interesó en la política, pero en la política ‘salvadora’, que según él era el socialismo.

En los años 70 ya era uno de los líderes más importantes el Frente Sandinista de Liberación Nacional, planeaba el golpe para derrocar la dictadura, estuvo en Cuba entrenándose, también en Costa Rica.

Y con la idea de implantar un modelo cubano en la cabeza, nace el líder que lo cambiaría todo, que daría a todos los que necesitan, que garantizaría derechos, que daría igualdad, que eliminaría corrupción. Pero principalmente rompería las cadenas de la dictadura para dar cabida a la democracia. 

Acabó con los 37 años de la dictadura de los Somoza. Fue presidente de su país de 1985 a 1990. Dos veces posteriores perdió las elecciones para ser reelegido en 2006 y nuevamente en 2011.

Dos períodos consecutivos han sido suficientes para concentrar el poder de su país, hacer y deshacer las leyes a su antojo y cumplir así uno de los requisitos para convertirse en uno de los líderes del famoso ‘Socialismo del Siglo XXI’. Su última obra, a finales de julio, fue lograr expulsar a los diputados opositores del Parlamento.

Ahora sí ya tiene todo a su favor. Su esposa ha sido clave. Se conocieron en los años 70. Ella una mujer estrafalaria, pero eso sí bien educada: habla varios idiomas, escribe poemas y tiene, según dicen, experiencia en temas culturales.

Estuvo junto a él en su lucha por salvar al pueblo. Tiene 10 hijos, siete de ellos con Ortega. Hay un episodio oscuro con una de las hijas de un compromiso anterior de Murillo. Denunció a su padrastro de abuso sexual. Murillo dijo que su hija fue manipulada.

La Justicia nicaragüense archivó el caso y la joven se fue del país. La primera dama se inició en el Gobierno manejando el Ministerio de Cultura y ahora es la que maneja Nicaragua. Ella está a cargo del organismo de Comunicación, de toda la imagen del gobierno.

Está presente en todas las reuniones que se toman decisiones importantes y a cargo de todo el país cuando Daniel Ortega se ausenta por temporadas, algunas publicaciones dicen que el líder sandinista tiene problemas cardíacos y algún mal sanguíneo que le obligan a ausentarse por varias semanas.

Es por esto que Rosario fue elegida como su vicepresidenta, aunque él asegura que es por la cuota de género, quiere reflejar que con ella, en el Gobierno hay equidad. Quienes ya no creen él y sus opositores dicen que están haciendo lo mismo que los Somoza: una dictadura, claro que esta, es disfrazada.

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