Written by: Destacadas Opinión Política

EL VIRUS NEOLIBERAL 

El 1 de Mayo, las calles resolvieron el falso dilema en que están enredados los Asambleístas del Pachakutik e incluso los de la ID, atrapados en la polarización mediática entre el correismo y el gobierno de Lasso. Mostraron que el virus neoliberal se mueve como una hidra, con tres cabezas, Lasso, Correa y Nebot. 

El virus neoliberal es una alianza entre lassistas, correista y la gente ligada a Nebot
El virus neoliberal es una alianza entre lassistas, correista y la gente ligada a Nebot. © Napoleón Saltos/ChakanaNews

Napoleón Saltos

Se trata de la alianza tripartita originaria, al inicio del actual gobierno y del periodo parlamentario. 

La clave es no quedarse en la escena y ver las fuerzas políticas y los grupos económicos que gobiernan tras bastidores. Es una alianza de los sectores de banqueros, grandes comerciantes y empresarios de la Costa, que dirigen el país, ligados por el cordón umbilical  del modelo neoliberal y extractivista, acordado en las Cartas de compromiso con el Fondo Monetario Internacional. 

Han aparecido públicamente las disputas con los grupos financieros de la Sierra, encabezados por Fidel Egas, el dueño del Banco del Pichincha. Se disputan para ver quien controla y se beneficia con el asalto privatizador a los bienes públicos, empezado por la venta del Banco del Pacífico y la privatización del IESS. 

El grito masivo fue que se vayan todos, una semilla para la movilización social autónoma. 

Fue también un reclamo al fracaso de los representantes políticos del PK, a la falta de renovación de la dirección sindical. 

Fue un río nutrido por la diversidad de luchas: la movilización sindical para defender los derechos de los trabajadores. El grito de las comunidades indígenas y campesinas, junto a los movimientos ecológicos, para defender el agua y la vida, un país sin minería. La marcha de los jubilados para defender la seguridad social. La presencia de las mujeres para ratificar el rechazo al veto de Lasso a la interrupción voluntaria del embarazo en casos de violacion. La angustia de los migrantes para exigir empleo y el respeto a sus derechos. Y también algunas banderas internacionalistas para impulsar la paz, en rechazo tanto a la invasión rusa, como al guerrerismo de la OTAN. 

Está abierta la ruta: 2022 va a ser no solo un año electoral, sino un año de movilizaciones, recuperar la palabra desde al lucha social.

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