Hasta el viernes 9 de marzo, el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social transitorio realizó dos sesiones de Pleno a Puerta cerrada y varias reuniones de trabajo. En la primera sesión los nuevos consejeros designaron como su presidente a Julio César Trujillo Vásquez y en calidad de vicepresidente a Eduardo Eustorgio Mendoza Paladines. En el segundo Pleno, también reservado, resolvió cesar en sus funciones al superintendente de la Información y Comunicación Carlos Ochoa.
Fotografía: Gabriela Mena/PRESSOUTH
El próximo reto importante para el Consejo será decidir la suerte del fiscal general, Carlos Baca Mancheno, quien en la última sesión del viernes 9 de marzo, de la Asamblea Nacional, fue llamado a juicio político a causa de un audio que difundió y en el que aparecían el excontralor Carlos Pólit y el expresidente de la función Legislativa, José Serrano, confabulando para sacar del cargo a Baca Mancheno.
Además, a las oficinas del CPCCS-T de Quito han llegado grupos de personas trayendo denuncias y solicitado audiencias. Todos quieren contribuir con la transparencia y exigen, a la “nueva” institución como señaló Trujillo, pronta respuesta.
De momento existen dos molestias en el ambiente que se hacen cada vez más evidentes: la una es en la prensa, periodistas del sector público y privado han sugerido fuera de cámaras a varios consejeros que realicen las sesiones del Pleno públicamente; y, el segundo malestar está en los servidores de nombramiento provisional y contrato a quienes les pidieron que presenten sus cargos a disponibilidad.
Desde dentro y fuera las presiones minan la fortaleza del nuevo CPCCCS de transición, ante lo cual será la experiencia y sabiduría de Julio César Trujillo, que pese a su avanzada edad, la que permita evitar que los inconvenientes se convierta en verdaderos conflictos.
Otro inconveniente sin duda es el poco tiempo que tiene este organismo para evaluar a las autoridades de control, para ello los consejeros analizarán la reglamentación existente y reformarán o derogará para en su lugar promulgar otros con nuevos requisitos designación. Además, está la idea que tienen los consejeros de lograr el aval internacional de las Naciones Unidas.
La carrera contra el tiempo también es porque de entrada deben organizar varios concursos de designación de importantes autoridades de control como contralor y procurador general del Estado, superintendente de la Información y Comunicación; y, muy probablemente al nuevo fiscal general. También deben impulsar el proceso para renovar el Consejo Nacional Electoral.
Dura es la labor que les espera al Consejo transitorio, es visto por muchos como la punta de lanza para re-institucionalizar el país con gente proba, libre de vinculaciones políticas y que sea un ejemplo para las nuevas generaciones de este país.
De momento en la última sesión, realizada el 13 de marzo de 2018, que fue pública, el Consejo de transición resolvió entre otras cosas iniciar el proceso de evaluación de todas las autoridades de control y las designadas por el cesado CPCCS. Además, en reunión con el presidente Lenín Moreno los consejeros recibieron todo el apoyo por parte del Gobierno para obtener la asistencia de las Naciones Unidas en la evaluación de las autoridades.
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