Written by: Destacadas Opinión Política

LENÍN MORENO SE INVENTA UNA CRISIS PARA VENDER EL PAÍS.

El gobierno de Lenín Moreno nos mintió e intenta seguir engañándonos. Nos ofreció una cirugía mayor contra el cáncer de la corrupción, al parecer el paciente no soportó la cirugía y hoy nos dicen que el estado está en terapia intensiva; y lo que es peor, no tiene dinero para pagar sus deudas en la clínica anticorrupción, por lo que su apoderado, el gobierno,  anda correteando por el mundo ofreciendo vender lo que sea y al precio que sea o pidiendo recursos para salvar al paciente.

Fotografía: Presidencia de la República

Salvador Quishpe Lozano.

Esto nos recuerda cuando alguien de una familia de escasos recursos económicos está internado en una clínica y en terapia intensiva, no le queda otra opción a los familiares del paciente correr por el vecindario ofreciendo vender lo que sea o pidiendo dinero para sufragar los gastos, ahí es cuando el chulquero se aprovecha de la necesidad y le presta el monto que sea a cambio de una serie de chantajes y compromisos que al final obviamente la familia del paciente se queda literalmente en bancarrota.
Hoy Lenín Moreno y su gobierno integrado por los representantes de las cámaras y del PSC, como Santiago Cuesta o Richard Martínez, dicen que el Ecuador está en una crisis fatal y que el único remedio es pedir dinero al FMI y simultáneamente vender lo poco que tenemos a fin de conseguir recursos para «salvar» al pobre moribundo país. Con ese cuento, han firmado un compromiso con el FMI a fin de conseguir 4200 millones de dólares en dos años a cambio no solo de devolver ese capital más sus intereses; sino además de vender sus bienes más valiosos para los ahijados del FMI; y lo que es peor, de esa forma generar una plataforma para que a futuro todo sea privado.

En esa desesperada maniobra por “salvar” al país, ya han despedido alrededor de 10 mil trabajadores, y anuncian despidos a otros miles, para que la «concesión» de las empresas sea viable. Han quitado los subsidios a ciertos combustibles, han firmado decretos como el 722 para ampliar la minería en todo el territorio nacional en manos de las “santas” empresas mineras multinacionales, perjudicando sobre todo a los pueblos indígenas.  Firmaron el decreto 751 con el propósito de entregar para la explotación petrolera parte del territorio donde sobreviven los pueblos en aislamiento voluntario.

Firmaron el decreto 740 que busca viabilizar lo más rápido la venta de una de las empresas más rentables que tiene el Ecuador como es la Corporación Nacional de las Telecomunicaciones, CNT. Tanta es la desesperación de los ahijados del FMI como Santiago Cuesta o su colega Richard Martínez, que han salido a decir que la “concesión” de las empresas públicas como las hidroeléctricas, el petróleo, las refinerías, las carreteras, CNT van por que van, sin consultar al pueblo ecuatoriano.

En el caso de CNT, todos debemos saber que, pese a que esta empresa ha tenido una desastrosa administración; sin embargo, le ha dado al presupuesto general del estado 120 millones de dólares anuales, en estos últimos tiempos; por lo que, los comedidos en «concesionar» lo ajeno saben que los dueños, es decir los ecuatorianos van a criticar, pero dicen no importar su crítica, por que según ellos hay que concesionar para salvar al país. Por lo tanto, preparan la rifa de CNT bajo la figura de concesión, palabra suave en vez de privatización, pero que en todo caso CNT pasaría a manos privadas por 20 años a cambio de miserables 4 mil millones de dólares. Pero no solo eso, sino que además a esta altura del tiempo ya habría incluso el ganador de la rifa y sería nada más ni nada menos que un lugarteniente de Paul Manafort, un ex asesor de campaña de Donald Trump, y que hoy se encuentra preso en los Estados Unidos por una serie de actos de corrupción.

Pero qué tan cierto es que el Ecuador se encuentra en “terapia intensiva” tal como tratan de hacer creer los gobiernistas de turno? Es cierto que el único remedio es vender lo que sea y al precio que sea con tal de salvar al paciente? Es cierto que el Ecuador está en bancarrota? La respuesta está a la vista. El Ecuador no está en bancarrota; el gobierno, los empresarios y el FMI nos están mintiendo. Probamos esto con unos breves ejemplos. La banca privada en el año 2018 obtuvo ganancias líquidas por 454 millones de dólares, tal como lo afirma el diario el Telégrafo en su edición del 7 de febrero del presente año. Las exportaciones han  crecido en un 14% en el año 2018, en relación al año anterior, según CEPAL. Esto da cuenta que la economía privada ecuatoriana está  creciendo y obtienen grandes ganancias. Entonces, por qué el estado no tiene recursos en sus cuentas públicas? Acaso las empresas privadas no están contribuyendo con el estado? Acaso han dejado de pagar los impuestos?

Efectivamente, el problema no es que en el Ecuador no haya condiciones para un crecimiento económico, todo lo contrario. El real problema es que se juntaron entre los empresarios, el gobierno y el FMI  para coludir, para acordar juntos no pagar las deudas y los impuestos para el estado,  con el cuento de que están ayudando a fomentar la producción. Es decir el gobierno, los empresarios y el FMI estarían cometido el delito de colusión para perjudicar al estado y al pueblo ecuatoriano. Delito por el que, de haber justicia en el Ecuador, deberían pagar con todo el rigor de la ley. Para eso, en el año 2018 aprobaron la ley llamada de “Fomento Productivo” y dijeron que era para atraer inversiones y generar empleo. Ha pasado más de un año de la aprobación de dicha ley y no se siente la generación de empleo; por el contrario, el desempleo ha crecido a casi 5 millones de ecuatorianos; pero sí se conoce que con esta ley perdonaron a los empresarios alrededor de 4 mil millones de dólares, aunque los representantes de las cámaras dicen que no son 4 mil millones, sino 1200 millones de dólares. Aun si fueran 1200 millones de dólares, es un recurso muy importante. Es más del 25% de lo que este rato el gobierno pide al FMI a cambio de entregar los recursos y la mano de obra de los ecuatorianos al servicio de las políticas del FMI.

En conclusión, si este gobierno hubiera hecho un real trabajo de luchar contra la corrupción, se hubieran recuperado los recursos robados; y por otro lado, en vez de estar aprobando leyes para perdonar los impuestos a los grandotes, hubieran puesto mano dura para que todos los ecuatorianos paguen los impuestos, sobre todo el impuesto a la renta, para que paguen más los que más ganan, entonces el estado hubiera tenido una gran solvencia económica para atender sus compromisos y no hubiera sido necesario acudir de una forma humillante a pedir dinero al FMI.

Pero claro, esto no es un asunto de poder o no poder hacer por parte del gobierno y sus compinches, este es un asunto plenamente calculado sobre todo de los colegas de Richard Martínez en las cámaras; quienes no solo planearon no pagar los impuestos, sino sobre todo planearon reducir al mínimo el valor de la mano de obra de los trabajadores, para lo cual intentan llevar adelante un paquete de reformas laborales; pero como si eso fuera poco, planearon adueñarse junto a sus socios, al menos por 20 años las empresas públicas más rentables del Ecuador al precio de una gallina enferma. Sería bueno saber cuánto planea recibir en comisiones Santiago Cuesta, Richard Martínez y el mismo presidente Lenin Moreno, al vender estas empresas de los ecuatorianos.

Además los ecuatorianos debemos saber que, con todo esto lo que están tratando es de cumplir con sus compromisos acordados en el famoso consenso de Washington, firmado en el año 1992. Es decir evitar que el estado sea el responsable sobre todo de las necesidades sociales como salud, educación, seguridad social, etc. Con esto pretenden que a futuro, todos los hospitales sean privados; las escuelas, colegios y universidades sean privadas para que paguen los que necesitan recibir educación. Ese es el real propósito a largo plazo de estos enemigos del pueblo.

Sin embargo no les será posible. Al igual que en su momento Ricardo Noboa, entonces presidente del CONAM  tuvo que declinar su intención de privatizar las empresas eléctricas, hoy seguramente el pueblo volverá en unidad de acto a tomarse las calles del país para no permitir este nuevo intento de entregar el patrimonio de los ecuatorianos a manos privadas aunque sea por solo 20 años como dicen los vende patria de turno. Para ello solo queda unirnos. Unirnos todos los sectores y no permitir que consoliden sus macabras  ambiciones con su maquiavélica estrategia de que el estado está en terapia intensiva y que por lo tanto hay que sacar dinero de dónde sea y al precio que sea para salvarlo.

Sabemos que no es fácil, los empresarios y el gobierno ya nos declararon la guerra, ya ordenaron hace rato que no den espacios a los líderes y luchadores sociales para hablar sobre estos temas en sus medios de comunicación. No importa, ya sabemos que la prepotencia de los ricos es la fortaleza de los pueblos. 

Ni el estado está enfermo, ni existe tal crisis, ni las empresas públicas están en venta. Lo que hace falta es la unidad del pueblo para cambiar a los políticos vende patria que una vez más intentan adueñarse lo que no les pertenece.

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